“El software se debe democratizar para que no haya nadie con el poder suficiente de controlar a toda la sociedad mediante los sistemas informáticos.”

16 junio 2011 § Deja un comentario

Prensa Feduba
FEDUBA dialogó con Beatriz Busaniche, Lic. en Ciencias de la Comunicación, miembro de la Fundación Vía Libre, dicta el Seminario optativo “Copyright / Copyleft. Debates sobre la cultura libre y el acceso al conocimiento en la era digital”.

¿Cuáles son las principales características del “software libre”? ¿En qué medida contribuye a la libertad de expresión?
Software Libre son programas de cómputo que se caracterizan por cuatro aspectos que hacen a su condición de libres: se pueden usar con cualquier propósito, se puede estudiar cómo están escritos y adaptarlos a nuestras propias necesidades, se pueden hacer y distribuir copias idénticas y se pueden hacer modificaciones y redistribuir las versiones mejoradas. Estas características no son aspectos técnicos, sino jurídicos y se estipulan según sus términos de licenciamiento. Los programas de software están cubiertos por las leyes de copyright, por lo que sin estas licencias que los hacen libres, los programas tienen la prohibición de copia establecida, así como otras prohibiciones que establecen los titulares de derechos en sus licencias.
El software es hoy mucho más que una simple herramienta que todos usamos. El software está atravesando, prácticamente, todas las actividades de la vida cotidiana; desde las simples computadoras de escritorio hasta los cajeros automáticos de un banco, desde los teléfonos celulares hasta las implementaciones de Televisión Digital, desde las bases de datos que administran las agencias gubernamentales, hasta los complejos sistemas informáticos que gestionan elementos esenciales como semáforos, plantas eléctricas, e incluso automóviles.
El software está en todas partes, y está tan naturalizado, que jamás nos preguntamos quién controla el software. Sin embargo, los programas controlan nuestras comunicaciones y son esenciales para nuestra memoria social: nuestros datos, nuestra producción cultural, nuestros perfiles, todo está mediado por software. Quien controla el software controla demasiados aspectos esenciales de la vida en comunidad.
Entendiendo esto, es clara la relación que tiene el control del software con la libertad en general y la libertad de expresión en particular. Este tipo de control es demasiado importante como para dejarlo en manos de unos pocos, unas pocas compañías privadas, además. El software se debe democratizar de modo tal que no haya nadie con el poder suficiente como para controlar a toda la sociedad mediante los sistemas informáticos. « Leer el resto de esta entrada »

No nos pongan un techo para soñar, construyámoslo juntos

23 May 2011 § Deja un comentario

El día que dejamos el campamento para conformar nuestro nuevo barrio, aprendimos que no sólo la casa valía pena… Ese día comenzamos a soñar, no con una casa, sino con una calidad de vida mejor, con oportunidades para nuestros hijos… con un Chile posible. Por primera vez en nuestras vidas celebrábamos algo propio. Y no me refiero a la “casa propia”, sino al logro de la casa propia, pero con dignidad. Ese día fue el resultado del esfuerzo de años, y lo más importante, de nuestra participación real en cada decisión que nos afectaba directamente. Por muchos años tanto el Estado como las organizaciones Sociales creían que regalándonos todo seríamos felices y superaríamos definitivamente la pobreza. Y sí, quizás nos hicieron felices las subvenciones y la caridad por un momento, pero después sólo nos causaba vacío. En nuestro proceso del campamento al barrio, por primera vez nos preguntaban qué queríamos de nuestras vidas, y comenzamos de a poco, a decidir por nosotros mismos. Aunque la libertad de elegir, parezca un derecho inherente al ser humano, no teníamos esa opción. Cuando llegaron los voluntarios de Un Techo para Chile, les dimos a conocer que la superación de la pobreza sería posible, sólo si nosotros la protagonizábamos. No sabíamos bien cómo, pero sí teníamos la intención de lograrlo y ellos creyeron en nosotros. Participamos desde el más mínimo detalle de la construcción de nuestras viviendas de emergencia, y eso hizo la diferencia. No fue fácil. En mi país, que no es muy distinto al resto de Latinoamérica, no se acostumbraba a que las familias más pobres decidiéramos cómo y dónde vivir. Y este pequeño, pero significativo paso hizo posible la creación de una corporación a nivel nacional de líderes de asentamientos, una nueva política publica de vivienda más inclusiva, y lo más importante comenzábamos a sentirnos personas y no los pobres excluidos. No nos pongan un techo para soñar, pero sí construyámoslo juntos. Sólo de esta forma Latinoamérica será posible.

Cecilia Castro, presidenta de la Corporación de Dirigentes También Somos Chilenos

Cambiando Paradigmas Educacionales

19 May 2011 § 1 comentario

Latinoamérica

18 May 2011 § Deja un comentario

Soy,
soy lo que dejaron,
Soy las sobras de lo que te robaron,

Un pueblo escondido en la cima, Mi piel es de cuero por eso aguanta cualquier clima,
Soy una fábrica de humo,
Mano de obra campesina para tu consumo,
En el medio del verano,
El amor en los tiempos del cólera,
Mi hermano!

Soy el que nace y el día que muere,
Con los mejores atardeceres,
Soy el desarrollo en carne viva,
Un discurso sin saliva,
Las caras más bonitas que he conocido,
Soy la fotografía de un desaparecido,
La sangre dentro de tus venas,
Soy un pedazo de tierra que vale la pena,
Una canasta con frijoles.
Soy Maradona contra Inglaterra Anotándole dos goles.
Soy lo que sostiene mi bandera,
la espina dorsal de mi planeta, en mi cordillera.
Soy lo que me enseño mi padre, el que no quiere a su patria no quiere a su madre.
Soy América Latina un pueblo sin piernas pero que camina.

Tú no puedes comprar al viento,
Tú no puedes comprar al sol
Tú no puedes comprar la lluvia,
Tú no puedes comprar al calor.
Tú no puedes comprar las nubes,
Tú no puedes comprar mi alegría,
Tú no puedes comprar mis dolores.

Tengo los lagos, tengo los ríos,
Tengo mis dientes pa cuando me sonrío,
La nieve que maquilla mis montañas,
Tengo el sol que me seca y la lluvia que me baña,
Un desierto embriagado con pellotes,
Un trago de pulque para cantar con los coyotes,
Todo lo que necesito!

Tengo a mis pulmones respirando azul clarito,
La altura que sofoca,
Soy las muelas de mi boca mascando coca,
El otoño con sus hojas desmayadas,
Los versos escritos bajo las noches estrelladas,
Una viña repleta de uvas,
Un cañaveral bajo el sol en cuba,
Soy el mar Caribe que vigila las casitas,
Haciendo rituales de agua bendita,
El viento que peina mi cabello,
Soy todos los santos que cuelgan de mi cuello,
El jugo de mi lucha no es artificial porque el abono de mi tierra es natural.

Vamos caminando, vamos dibujando el camino!

Trabajo bruto pero con orgullo,
Aquí se comparte lo mío es tuyo,
Este pueblo no se ahoga con marullos,
Y si se derrumba yo lo reconstruyo,
Tampoco pestañeo cuando te miro,
Para que te recuerdes de mi apellido,
La operación cóndor invadiendo mi nido, Perdono pero nunca olvido, oye!

Vamos caminado,
aquí se respira lucha.
Vamos caminando,
yo canto porque se escucha.
Vamos caminando,
aquí estamos de pie.

Que viva Latinoamérica.

No puedes comprar mi vida!

Calle 13

Aurora Boreal

4 May 2011 § Deja un comentario

Increíble…

Otro mundo es posible. Sí, pero, ¿cómo?

19 abril 2011 § Deja un comentario

La construcción del socialismo revolucionario a escala mundial y, por consiguiente, el desmantelamiento y la sustitución definitiva del sistema capitalista ha supuesto siempre para los revolucionarios un reto difícil de conseguir, colmado de contradicciones, de marchas y contramarchas, que impone -a su vez- la obligación de estudios y propuestas más profundos, tomando en cuenta la realidad de un mundo globalizado como el de hoy, sometido a los caprichos e intereses de los grupos hegemónicos internacionales.

Así, la prácticamente inexistente economía política del socialismo ha obligado a muchos revolucionarios a recurrir a mecanismos y propuestas que en sí sólo representan mejoras del modelo capitalista, creyendo que una vez alcanzado el mayor nivel de desarrollo del mismo podrá construirse entonces el socialismo, al satisfacerse las necesidades materiales de las personas de un modo equitativo, refrenando mediante leyes el afán de ganancias y la explotación de la cual es víctima todo individuo que perciba un salario por su trabajo, ya sea manual o intelectual.

Tal debilidad teórica del socialismo revolucionario en materia económica representa, sin duda, el desafío más grande a vencer asumido por muchos socialistas a nivel mundial con la finalidad de hacer de esta alternativa al capitalismo algo revolucionario, viable e inmediato. En esta dirección, ya manifestaba el Che Guevara décadas atrás que «todo parte de la errónea concepción de querer construir el socialismo con elementos del capitalismo sin cambiarles realmente la significación. Así se llega a un sistema híbrido que arriba a un callejón sin salida o salida difícilmente perceptible que obliga a nuevas concesiones a las palancas económicas, es decir al retroceso». Algo que ya se observó con la restauración capitalista en la extinta URSS y la que se forja actualmente en China y Vietnam, aún bajo la denominación del socialismo, y que, probablemente, tenga lugar también en Cuba, con algunas características específicas. « Leer el resto de esta entrada »

Hay Razones para Creer un MUNDO MEJOR

13 abril 2011 § Deja un comentario

Software aboslutamente Libre

25 noviembre 2010 § 1 comentario

GNU & The Free Software Foundation

Engineering Tech Talk at Google

Richard Stallman
June 11, 2004

1. Introduction

ED: Well, thank you everybody for making it. I’m Ed Falk and this man needs very little introduction; if you don’t know what the letters RMS stand for, you probably don’t belong in this room.

Richard was the founder of the Free Software Foundation, in 1984 I believe it was, and as such could be considered the father of free software and, of course, Google’s infrastructure is based on free software. So we owe the free software movement quite a great deal of thanks. [And my mic is dying on this microphone so I won’t talk too long.] This is Richard Stallman and we thank him for being here on short notice and we thank our mutual friend Lile Elam who arranged all of this and I think with no further ado, I give you Richard!

[Richard bows]

2. How it started

RICHARD: Please raise your hands if you cannot hear me. [Laughter] Yes, somebody raised his hand.

So, the topic of my speech is free software. I didn’t begin free software; there was free software going back to the early days of computing. As soon as there were a couple of computers of the same model, people could try sharing software. And they did.

{This is not… This has a problem. How do we stop the feedback? Can someone do anything? I’m willing to get some feedback, but only from you, not from the PA system.

AUDIENCE: [unintelligible]

RICHARD: Well, that doesn’t matter; I’m not an advocate of open source and never was and never will be.}

So free software existed before I started programming and I had the good fortune, in the 1970s, of being part of a community of programmers who shared software. So I learned about free software as a way of life, by living it. And I came to appreciate what it meant to be free to share with people, not divided from the rest of the world by attitudes of secrecy and hostility.

But that community died in the early ’80s and I found myself confronted by the prospect of spending the rest of my life in a world of proprietary software. And, worst of all, confronted by the prospect of signing a non-disclosure agreement {which I}. And I had concluded that it is unethical to sign a non-disclosure agreement for generally useful technical information, such as software. To promise not to share with one’s fellows is a violation of human solidarity. So when I saw that the machine downstairs was asking me to sign an NDA, I just said, «I can’t sign an NDA.» Well, fortunately, there was an option; they let me come in here and speak without signing it, otherwise you would have had to go outside to listen. [Laughter]

(They asked a couple of other interesting questions; they asked about company, so I said I’m available tonight. [Looking at name tag][Laughter] And they asked for my host, so I put down fencepost.gnu.org. But that’s just the hacker spirit.)

So I found myself in a situation where the only way you could get a modern computer and start to use it was to sign a non-disclosure agreement for some proprietary operating system. Because all the operating systems for modern computers in 1983 were proprietary, and there was no lawful way to get a copy of those operating systems without signing a non-disclosure agreement, which was unethical. So I decided to try to do something about it, to try to change that situation. And the only way I could think of to change it was to write another operating system, and then say as the author «this system is free; you can have it without a non-disclosure agreement and you’re welcome to redistribute it to other people. You’re welcome to study how it works. You’re welcome to change it.» So, instead of being divided and helpless, the users of this system would live in freedom. Ordinary proprietary software is part of a scheme where users are deliberately kept divided and helpless. The program comes with a license that says you’re forbidden to share it, and in most cases you can’t get the source code, so you can’t study it or change it. It may even have malicious features and you can’t tell. With free software, we respect the user’s freedom, and that’s the whole point. The reason for the free software movement is so that the people of cyberspace can have freedom, so that there is a way to live in freedom and still use a computer, to avoid being kept divided and helpless. « Leer el resto de esta entrada »

Todo parece bonito…

3 noviembre 2010 § Deja un comentario

Néstor y lo que se viene

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Por Mempo Giardinelli

Escribo esto en caliente, en la misma mañana de la muerte anunciada de Néstor Kirchner, y ojalá me equivoque. Pero siento dolor y miedo y necesito expresarlo.

https://joselascano.files.wordpress.com/2010/11/0362833b.jpg?w=300

Pienso que estos días van a ser feísimos, con un carnaval de hipocresía en el Congreso, ya van a ver. Los muertos políticos van a estar ahí con sus jetas impertérritas. Los resucitados de gobiernos anteriores. Los lameculos profesionales que ahora se dicen “disidentes”. Los frívolos y los garcas que a diario dibujan Rudy y Dani. Todos ellos y ellas. Caras de plástico, de hierro fundido, de caca endurecida. Aplaudidos secretamente por los que ya están emitiendo mailes de alegría feroz.
Los veremos en la tele, los veo ya en este mediodía soleado que aquí en el Chaco, al menos, resplandece como para una mejor causa.
Nunca fui kirchnerista. Nunca vi a Néstor en persona, jamás estuve en un mismo lugar con él. Ni siquiera lo voté en 2003. Y se lo dije la única vez que me llamó por teléfono para pedirme que aceptara ser embajador argentino en Cuba.
Siempre dije y escribí que no me gustaba su estilo medio cachafaz, esa informalidad provocadora que lo caracterizaba. Su manera tan peronista de hacer política juntando agua clara y aceite usado y viscoso.
Pero lo fui respetando a medida que, con un poder que no tenía, tomaba velozmente medidas que la Argentina necesitaba y casi todos veníamos pidiendo a gritos. Y que enumero ahora, porque en el futuro inmediato me parece que tendremos que subrayar estos recuentos para marcar diferencias. Fue él, o su gobierno, y ahora el de Cristina:
– El que cambió la política pública de derechos humanos en la Argentina. Nada menos. Ahora algunos dicen estar “hartos” del asunto, como otros criticaron siempre que era una política más declarativa que otra cosa. Pero Néstor lo hizo: lo empezó y fue consecuente. Y así se ganó el respeto de millones.
– El que cambió la Corte Suprema de Justicia, y no importa si después la Corte no ha sabido cambiar a la Justicia argentina.
– El que abrió los archivos de los servicios secretos y con ello reorientó el juicio por los atentados sufridos por la comunidad judía en los ’90.
– El que recuperó el control público del Correo, de Aguas, de Aerolíneas.
– El que impulsó y logró la nulidad de las leyes que impedían conocer la verdad y castigar a los culpables del genocidio.
– El que cambió nuestra política exterior terminando con las claudicantes relaciones carnales y otras payasadas.
– El que dispuso una consecuente y progresista política educativa como no tuvimos por décadas, y el que cambió la infame Ley Federal de Educación menemista por la actual, que es democrática e inclusiva.
– El que empezó a cambiar la política hacia los maestros y los jubilados, que por muchos años fueron los dos sectores salarialmente más atrasados del país.
– El que cambió radicalmente la política de defensa, de manera que ahora este país empieza a tener unas Fuerzas Armadas diferentes, democráticas y sometidas al poder político por primera vez en su historia.
– El que inició una gestión plural en la cultura, que ahora abarca todo el país y no sólo la ciudad de Buenos Aires.
– El que comenzó la primera reforma fiscal en décadas, a la que todavía le falta mucho pero hoy permite recaudaciones record.
– El que renegoció la deuda externa y terminó con la estúpida dictadura del FMI. Y por primera vez maneja el Banco Central con una política nacional y con record de divisas.
– El que liquidó el infame negocio de las AFJP y recuperó para el Estado la previsión social.
– El que con la nueva ley de medios empezó a limitar el poder absoluto de la dictadura periodística privada que todavía distorsiona la cabeza de millones de compatriotas.
– El que impulsó la ley de matrimonio igualitario y mantiene una política antidiscriminatoria como jamás tuvimos.
– El que gestionó un crecimiento económico de los más altos del mundo, con recuperación industrial evidente, estabilidad de casi una década y disminución del desempleo. Y va por más, porque se acerca la nueva legislación de entidades bancarias, que terminará un día de éstos con las herencias de Martínez de Hoz y de Cavallo.
Néstor lo hizo. Junto a Cristina, que lo sigue haciendo. Con innumerables errores, desde ya. Con metidas de pata, corruptelas y turbiedades varias y algunas muy irritantes, funcionarios impresentables, cierta belicosidad inútil y lo que se quiera reprocharles, todo eso que a muchos como yo nos dificulta declararnos kirchneristas, o nos lo impide.
Pero sólo los miserables olvidan que la corrupción en la Argentina es connatural desde que la reinventaron los mil veces malditos dictadores y el riojano ídem.
De manera que sin justificarle ni un centavo mal habido a nadie, en esta hora hay que recordarle a la nación toda que nadie, pero nadie, y ningún presidente desde por lo menos Juan Perón entre el ’46 y el ’55, produjo tantos y tan profundos cambios positivos en y para la vida nacional.
A ver si alguien puede decir lo contrario.
De manera que menudos méritos los de este flaco bizco, desfachatado, contradictorio y de caminar ladeado, como el de los pingüinos.
Sí, escribo esto adolorido y con miedo, en esta jodida mañana de sol, y desolado también, como millones de argentinos, un poco por este hombre que Estela de Carlotto acaba de definir como “indispensable” y otro poco por nosotros, por nuestro amado y pobrecito país.
Y redoblo mi ruego de que Cristina se cuide, y la cuidemos. Se nos viene encima un año tremendo, con las jaurías sedientas y capaces de cualquier cosa por recuperar el miserable poder que tuvieron y perdieron gracias a quienes ellos llamaron despreciativamente “Los K” y nosotros, los argentinos de a pie, los ciudadanos y ciudadanas que no comemos masitas envenenadas por la prensa y la tele del sistema mediático privado, probablemente y en adelante los recordaremos como “Néstor y Cristina, los que cambiaron la Argentina”.
Descanse en paz, Néstor Kirchner, con todos sus errores, defectos y miserias si las tuvo, pero sobre todo con sus enormes aciertos. Y aguante Cristina. Que no está sola.
Y los demás, nosotros, a apechugar. ¿O acaso hemos hecho otra cosa en nuestras vidas y en este país?

Julio Cortázar

23 junio 2010 § 1 comentario

«Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al revés. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.»